Desde el principio, aquel fue un día de perros. Un vendaval frío y feroz, que llegó a alcanzar los 180 km/h, azotaba sin compasión la ciudad de Santander. El mar bramaba y los habitantes se refugiaban en casa en busca de calor. El 15 de febrero de 1941 no estaba destinado a ser un día feliz.
Mas información:Incendio de Santander.
La tragedia comenzó a las diez de la noche del sábado en un pequeño incendio en una casa del número 20 de la céntrica calle de Cádiz. Cualquier otro día el suceso no hubiera pasado de ahí. Pero aquella noche inclemente el viento propició que las llamas viajaran rápidamente y sin control.Devoraron las casas de la villa medieval, obligaron a los vecinos a refugiarse con sus colchones a cuestas en edificios municipales, no había luz ni gas ni teléfono...Los testigos recuerdan un cielo rojo sobre unas calles en las que se mezclaban gritos y lágrimas. El fuego duró tres días (diecisiete hasta que se apagaron los últimos rescoldos) y arrasó 120.000 metros cuadrados del Santander más antiguo y el 90 por ciento de los comercios. Diez mil personas perdieron sus casas. En total, se desplomaron 377 edificios, algunos de ellos con mucha historia como la Audiencia Provincial, Hacienda, el Palacio Episcopal, la Cámara de Comercio, palacios y casas blasonadas y las sedes de tres grandes periódicos (El Diario Montañés, Alerta y La Hoja del Lunes).
Entonces nadie pensaba en ello, pero la tragedia iba a transformar la ciudad para siempre.
La ruta del incendio
Setenta y cinco años después, el Ayuntamiento -con la colaboración de otros organismos- han puesto todo su esfuerzo para conmemorar aquellos días de febrero de 1941 como el punto de partida de la transformación de la ciudad. Durante todo este año se organizarán exposiciones, se actualizará y pondrá en valor el fondo documental y empezará a funcionar una ruta turística por el centro, con puntos de información que mostrarán imágenes y datos de lo ocurrido, con el telón de fondo del Santander tal como es hoy.
La Ruta del Incendio, que se inaugura este mes de marzo, permanecerá en pie indefinidamente, más allá de este año conmemorativo. Estará formada por diez tótems ilustrativos en otros tantos puntos clave que permitirán al visitante contemplar fotos antiguas superpuestas a la realidad, con textos históricos sobre el suceso. «Este nuevo circuito cultural -explican en el Ayuntamiento- ayudará a explicar a vecinos y visitantes cómo eran muchos edificios y rincones de Santander antes del incendio».
El Ayuntamiento ha creado también una app para dispositivos móviles sobre este recorrido. Tras descargarla, podremos ampliar la información contenida en la ruta del incendio con anécdotas, curiosidades o pinceladas que nos ayuadarán a viajar a Santander, en febrero de 1941.
Fotos históricas
La actuación promovida por el Ayuntamiento tiene el objetivo de recordar lo que supuso el incendio y convertir su memoria en un nuevo recurso cultural y turístico. Y es que, en efecto, la ruta se incorpora a partir de ahora al Anillo Cultural, un espectacular recorrido entre la historia y la cultura. Entre los hitos de ese itinerario se encuentran los Centros de Interpretación de la Historia de la Ciudad en la Catedral y de la Muralla; el Centro de Interpretación de los antiguos Muelles; el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, MUPAC, o el futuro Centro Botín.
Quien se quede con ganas de conocer más detalles del incendio puede visitar la exposición «Cenizas. Fotografía estereoscópica y cine», que estará hasta el 29 de mayo en el CDIS (Centro de Documentación de la Imagen de Santander), organismo que trabaja por la recuperación del patrimonio fotográfico de la ciudad.
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