Afirmó que aunque la utopía sigue viva, la cultura es tan determinante y “en definitiva si no cambia la cabeza no cambia nada”.
Por eso, llamó a darse cuenta la importancia de los valores y la construcción de una cultura.“El hombre nuevo es la sumatoria de lo mejor del hombre viejo. En el hombre viejo hay que seleccionar lo mejor y acentuarlo”, sugirió.
A la postre, “un sistema también construye una cultura que le es afín, que le es funcional”.
Actualmente, la ideología de la mística del trabajo y el ahorro ya no es la del capitalismo de hoy que “se ha hecho financiero, que se ha hecho corporativo, que mira la perspectiva de la realidad de otra manera”, sostuvo.
Ese capitalismo “ha sustituido todo los dioses” y ahora sólo tiene uno: el mercado.
“El mercado organiza toda nuestra vida, los Estados, la vida económica y todo lo demás. ¿Y qué pasa? Hemos progresado técnicamente, enormemente, pero hemos desatado una cantidad de contradicciones pavorosas. Y es la primera civilización del hombre arriba de la Tierra, esta, que tiende a globalizarse, pero no tiene dirección”, aseveró.
La contradicción más grande que tiene la democracia actual, expuso, es la “desigualdad tremenda” y la concentración de la riqueza.
“Entonces tenemos a 80 señores que tienen lo mismo que 3 mil millones de personas”, refirió.
Y lo peor no es la realidad, “lo peor es la tendencia que va a más, a más y a más. Esto es antidemocrático porque significa concentración indirecta del poder político”, agregó.
“Hay que robarle el mercado al narco”
En cuanto al panorama en México, lo calificó como una “víctima de la droga de otro lado (EU), está pagando el precio. Allá amontonan la lana y acá ponen los muertos”.
“La política global del mundo me parece errónea. Einstein decía: Si tú quieres cambiar, no puedes seguir haciendo lo mismo. Hay que robarle el mercado al narcotráfico. Hay que regularlo y los Estados hacerse cargo. Tener el coraje y transformar la droga en un problema médico, pero por lo menos eliminamos el narcotráfico, lo dejamos sin asunto, algo como pasó con la ley seca”, estableció.
En Uruguay, “estamos empezando, partimos de la base que persiguiendo gente no funciona”.
“¿Por qué la regulación? Porque tal vez una pequeña dosis sea soportable; si eres legal y el tipo se pasa, lo podemos tratar. Pero si lo tenemos clandestino, cuando se le detiene entonces multiplicamos el problema, porque en lugar de ser problema médico, termina siendo un terrible problema policial si no lo podemos arreglar”, precisó.
“La única adicción buena es el amor, las demás son lamentables”, añadió. 
Lula va y el péndulo “hacia la derecha”
Mujica dio su opinión sobre lo que ocurre en varios puntos de América Latina.
A Brasil lo ve como “el gigante, anda enfermo de esperanza. Está sufriendo. El péndulo oscila demasiado hacia la derecha. El péndulo de la historia… Brasil lo está sintiendo eso y nos lo está haciendo sentir a todos”.
Para Mujica, hubo un “golpe parlamentario” contra Dilma Rousseff, porque “gente opositora vio la oportunidad, pero hubo también errores de la propia Dilma Rousseff, quien quiso arreglar una situación crítica por la vía clásica, una pequeña Merkel, ajuste, ajuste, ajuste, y perdió el apoyo de la gente que tenía más al lado, los trabajadores, los sindicatos”.
“Es diabólico el sistema brasileño, porque hay como 30 partidos, hay partidos locales y todo gobierno tiene que transar y negociar. El parlamento de Brasil se parece mucho a una Bolsa de Valores, porque para conseguir los votos para esto, me tienes que hacer un puente, una carretera o me tienes que apoyar en las municipales… hay que hacer una macronegociación y Dilma no tuvo la habilidad de Lula para esto”, señaló.
“No sé lo que puede pasar pero como no van a arreglar el mundo, como no van a repartir la riqueza. El péndulo de la historia va a tener su oscilación, porque si lo arreglaran les aplaudimos, porque lo que importan son los resultados”, mencionó.
Mujica confirmó que Lula sí lo buscará la Presidencia en 2018; “ellos saben perfectamente que si lo dejan va a pelear”.
En tanto, en Colombia pasaron “más de 50 años de guerras que arrancó por una gigantesca intolerancia oligarca”, apuntó.
Además, acusó que Juan Manuel Santos “fue el jefe de una represión hasta hace unos años”.
En cuanto a Venezuela, dijo que “no ha podido resolver la gigantesca dependencia del petróleo” y “abandonó hace muchos años, mucho antes de Chávez la agricultura y cometió ese error histórico. La despensa tiene que estar cerca de la cocina. Hay que producir la comida cerca de casa”.
Comentó que no le gustaría que el Ejército tome las riendas del país, por lo que confió en que “Venezuela se va a ir arreglando, se tiene que arreglar. En algún momento van a tener que negociar. Por encima de todo son venezolanos. En algún momento van a tener que entender algo”.
Por su parte, explicó que Cuba apuesta a resolver sus problemas económicos y conservar las cosas más importantes.
“Están tratando de solucionar problemas vía el mercado”, consideró ante el reestablecimiento de relaciones con Estados Unidos.
La noche de este martes, CNN transmite la segunda parte de la entrevista.
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