La distancia que separa a Venezuela de las fronterizas islas de Aruba, Curazao y Bonaire es mínima. Unos 100 kilómetros o mucho menos, dependiendo del punto de partida y de llegada.
Un vuelo desde el estado Falcón, en el occidente de Venezuela, hasta Aruba puede durar menos de 10 minutos.
Esa cercanía geográfica hizo de estas tres islas vinculadas al Reino de los Países Bajos en un destino turístico predilecto para los venezolanos.
- Millonarios, exitosos y viajeros: la otra cara de la diáspora de Venezuela que disfruta del "sueño colombiano"
- "Cualquier sitio es mejor que Venezuela": la llegada masiva de venezolanos que tiene en emergencia a la ciudad brasileña de Boa Vista
Luego, durante los últimos años, con el recrudecimiento de la crisis económica de Venezuela y la reducción del número de líneas aéreas que operan en ese país, las islas se convirtieron también en un punto de tránsito para los miles de venezolanos que querían viajar al exterior como turistas o emigrantes.
Pese a esos vínculos fluidos, desde el pasado viernes en la tarde las comunicaciones entre Aruba, Curazao y Bonaire se encuentran cerradas por decisión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
"He ordenado la toma de todos los puertos y aeropuertos por donde nos comunicamos y se hace labor de intercambio comercial y de pasajeros con Aruba, Curazao y Bonaire y anuncio que a partir del día de hoy y por 72 horas se cierra todas las comunicaciones por aire y mar con estas islas para establecer una reestructuración y defensa de los intereses económicos de Venezuela", dijo el mandatario.
Maduro hizo pública su decisión durante una reunión con sus ministros transmitida por la televisión estatal y la presentó como una forma de detener el contrabando de recursos y productos de Venezuela y como una medida de presión sobre los gobiernos de las islas.
"Se llevan el oro, el coltán, los diamantes, productos alimenticios", dijo el gobernante venezolano.
Esa misma noche, el Primer Ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, criticó la decisión del gobierno de Venezuela y destacó que se trataba de una medida unilateral e inconsulta.
"Lamentamos ese anuncio porque no había contacto previo o conversaciones diplomáticas para ver qué podemos hacer conjuntamente para combatir el contrabando o tráfico de productos ilícitos como armas y drogas", apuntó Rhuggenaath a medios locales.
Aseguró que Curazao y el Reino de Países Bajos siempre han estado dispuestos a colaborar para combatir estos flagelos.
Este sábado en la tarde, el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, dijo que espera anunciar buenas noticias próximamente sobre el resultado de las conversaciones que se han realizado con los gobiernos de las tres islas.
Venezuela vive una severa crisis económica caracterizada por la inflación más alta del mundo y por una escasez de productos básicos como alimentos y medicinas.
El gobierno de Maduro atribuye esa crisis a una "guerra económica" ejecutada por la oposición con el apoyo de Estados Unidos.
Los críticos del mandatario venezolano, en cambio, señalan que lo que ocurre es el resultado de las malas políticas económicas aplicadas desde la llegada a la presidencia del antecesor de Maduro, el difunto mandatario Hugo Chávez Frías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario