El procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, expresó esta tarde que todos los documentos del caso Odebrecht solicitados al Ministerio Público de Brasil abarcan desde el 2001 al 2014 y explicó que “la traductora colocó sin consecuencias 2001-2004”.
El funcionario hizo la aclaración a través de la red social Twitter, luego de que circulara la versión de que la Procuraduría solo había requerido información del caso, con relación al período 2001-2004, que abarca la gestión presidencial de Hipólito Mejía.
Agregó que el documento oficial firmado por él abarca desde 2001 al 2014 y así lo tramitó por el Ministerio Público de Brasil.
La reacción del funcionario es en respuesta a una publicación del periódico digital Acento, en la que se interpretó que en la solicitud de la procuraduría dominicana a las autoridades de Brasil, solo se incluyó el período 2001-2004.
El Acuerdo de París sobre cambio climático alcanzado hace un año y medio es considerado por muchos como el mayor logro en materia ambiental en la historia.
195 de los 197 países partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se sumaron al tratado ambiental aprobado el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa.
Sólo Nicaragua y Siria se negaron a ser parte del acuerdo.
Aesos dos países se les puede sumar Estados Unidos en los próximos días si el presidente Donald Trump decide cumplir su promesa de campaña de retirar a EE.UU. del tratado.
Este miércoles, Trump anunció que hará pública su decisión al respecto en los próximos días y tiene al mundo expectante ante su próxima decisión.
El texto, que se aprobó después de dos semanas de negociaciones dentro de la reunión del clima COP21 (y años de trabajo previo), señala que tanto naciones desarrolladas como países en desarrollo se comprometen a gestionar la transición hacia una economía baja en carbono.
El tratado indica que los países ricos deben dar apoyo financiero a los demás para ayudarles a reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático.
Pese al logro, algunos expertos advierten desde 2015 que el tratado firmado en la capital francesa debe i rmás lejos si se quiere tener una posibilidad real de frenar el calentamiento global, un fenómeno sobre el que existe consenso entre la comunidad científica, pese a que hay quien no cree en él.
Ese es el caso del presidente Trump, quien en campaña llegó a decir que el cambio climático es "un invento de China" para dañar la competitividad de la economía estadounidense.
A continuación te contamos cuatro elementos clave del histórico tratado que en las últimas horas las Naciones Unidas, la Unión Europea y China anunciaron defenderán, aún si Donald Trump retira a Estados Unidos del mismo.
1. "Muy por debajo" de dos grados centígrados
El texto de París establece el objetivo de lograr que el aumento de las temperaturas se mantenga "muy por debajo" de los dos grados centígrados con respecto a la era preindustrial.
Además, compromete a los firmantes a "realizar esfuerzos" para limitar este aumento a 1,5 grados como máximo.
Todo esto para evitar llegar a lo que los científicos consideran como "niveles peligrosos e irreversibles" de cambio climático.
El mundo ya está casi a mitad de camino hacia ese punto, en casi 1 grado centígrado de calentamiento en comparación con la era preindustrial.
Los líderes de los países con altitudes bajas y que se enfrentan a niveles cada vez más insostenibles de subida del mar piden que el límite sea mucho menor a los 1,5 grados.
2. Limitar la cantidad de gases de efecto invernadero
El acuerdo de París señala que los gases de efecto invernadero emitidos por la actividad humana deberán equipararse con los niveles que los árboles, el suelo y los océanos puedan absorber naturalmente.
Este objetivo, según el tratado, deberá lograrse en algún punto entre los años 2050 y 2100.
Los principales gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre son el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano, el óxido de nitrógeno y el ozono, siendo las emisiones de CO2 las que más preocupan por sus enormes efectos en el cambio climático.
En 2016 se llegó a niveles récord de emisiones de dióxido de carbono, algo que los expertos llamaron una "nueva era" para el calentamiento global y la "prueba irrefutable" de la responsabilidad humana sobre el cambio climático.
Cuando se llegó a esta marca, la Organización Meteorológica Internacional señaló que "si no se aborda el problema de las emisiones de CO2, no se puede combatir el cambio climático y mantener el aumento de temperatura en menos de dos grados centígrados".
China y Estados Unidos son responsables del 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.
En diciembre de 2015, la Casa Blanca señaló que el documento de París era "el acuerdo más ambicioso sobre el cambio climático en la historia" y destacó que el mismo establece "un marco duradero y de largo plazo" para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
3. Revisar la reducción de las emisiones de los países cada cinco años
Sólo algunos de los elementos del pacto de París pueden ser jurídicamente vinculantes.
Los compromisos de los países para reducir las emisiones son voluntarios, y los argumentos sobre cuándo se deben revisar las metas establecidas (con el objetivo de ampliar las mismas) fueron todo un obstáculo en las conversaciones.
El acuerdo establece hacer una evaluación del progreso en 2018, con revisiones adicionales cada cinco años.
Como señalan los analistas, París es sólo el comienzo de un cambio hacia un mundo con bajas emisiones de carbono y las metas deberán ampliarse más y más.
En criterio del profesor John Shepherd, del Centro Nacional de Oceanografía de la Universidad de Southampton, el acuerdo de 2015 representa apenas algunas aspiraciones de partida.
El experto añade que los objetivos finales, una economía e industria bajas en carbono, serán realmente difíciles de conseguir.
4. Financiación climática
Los países ricos accedieron apoyar a las naciones en desarrollo con recursos económicos para sobrellevar los efectos actuales y futuros del calentamiento global.
Este punto fue otro de los que más conflicto generó durante todas las cumbres climáticas previas a la de París.
Los países en desarrollo plantearon, además, que requieren ayuda financiera y tecnológica para superar los combustibles fósiles y pasar a las energías renovables.
La promesa en ese entonces fue de US$100.000 millones al año desde 2020, un monto menor al demandado por algunos países en las negociaciones.
El acuerdo establece que esa cifra será usada como una "base" para definir el apoyo adicional que se discutirá en 2025.
En criterio de Ilan Kelman, profesor del University College de Londres, la cifra inicial es importante, pero insuficiente.
"La base de US$100.000 millones al año es útil, pero sigue siendo inferior al 8% del gasto militar declarado en todo el mundo cada año", apuntó.
Así como Kelman, el resto de los expertos señalan que París apenas un punto de partida.
Un acuerdo que fue llamado histórico, pero también es considerado insuficiente y frágil.
Mucho más si una de las partes con mayor relevancia lo abandona.
El Seibo, Republica Dominicana.-Un hombre se quitó la vida ahorcándose, se trata de Bladimir Williams de los Santos Mercedes (Kintin) de 31 años de Edad, el mismo residía en la calle 26 de febrero del barrio los cajuiles de El Seibo.
Hasta el momento nos informan que se quitó la vida en la comunidad de Verón provincia la Altagracia.
En el barrio los cajuiles de El Seibó donde este residía se comentan en las calles que el mismo sostenía una relación sentimental con su hija de aproximadamente 13 a 14 años de edad.
Familiares y amigos temían lo peor ya que el tema tenía varios días en las calles y habían afectado emocionalmente al joven.
Hasta el momento no a una versión oficial de las autoridades quiénes investigan el lamentable hecho.
Sin embargo, a muchos le genera suspicacia el hecho de que haya tomado la decisión de quitarse la vida, siendo que fuera víctima de tal acusación.
Scarlet abraza el Libro de Vida de su hijo, Ángel. No necesita consultarlo con frecuencia. Su memoria es casi prodigiosa: no hay nombre de medicamentos contra el cáncer o cuentas de plaquetas que olvide.
El cuadernillo es una bitácora del tratamiento de quimioterapias al que se sometía el pequeño desde diciembre. Su colorida portada de una serie infantil de televisión de carreras de autos es fachada de los datos que evocan una terrible enfermedad: la leucemia.
Lagrimea al hojearlo. Sus páginas repasan su semana más infernal.
"El martes murió Camila (Berrueta). Johnny (Michichi) siguió el jueves. El sábado, Natalia". Esa misma tarde falleció su pequeño. "El domingo falleció Valerie Mora, una pequeña con síndrome de Down. El lunes, Rusmary; y el miércoles, Michell Palmar".
A la lista suma tres niños más del departamento de Oncología del Hospital de Especialidades Pediátricas de Maracaibo. En total, 10 menores perecieron en solo ocho días entre el martes 2 y el miércoles 10 de mayo.
"Ángel estaba de lo más estable, de lo mejor", cuenta, junto a Sergio Ortega, su esposo. Tratan de hallar una explicación a la neumonía que menguó la vida de su pequeño hasta extinguirla.
Sospechan de los efectos de una bacteria que pudo haberse fortalecido por las fallas de los aires acondicionados del centro -Maracaibo tiene un promedio de sensación térmica de 35-40 grados centígrados-.
O recelan del tiempo perdido en su intento de adquirir medicinas en largos y costosos viajes a Colombia. O malician del médico residente quien, durante 11 horas de quejidos del niño, no logró detectarle la neumonía que colapsó la mañana siguiente uno de sus pulmones.
A Ángel lo habían declarado "sano" tras su tercer bloque de quimios. Estaba en tratamiento preventivo. Las muertes repentinas alimentan el temor entre los padres de los sobrevivientes.
Sergio exige una respuesta. Quiere que le aclaren la muerte de su hijo.
Para él, no es tarde.
"No voy a salvar a mi hijo, pero no quiero que sigan muriendo niños".
"Tacita de oro" en mengua
Tres niños esconden sus rostros con tapabocas en el parque del hospital. Sus sonrisas se entrevén. Dan "carreritas" en una silla de ruedas. Están delgados; sus cabezas, rapadas. El más pequeño se carcajea.
El Hospital de Especialidades Pediátricas, inaugurado en 1999 y dependiente de una fundación integrada por médicos, funcionarios de la Gobernación local, dirigentes empresariales, alcaldes y benefactores, es lo que los ciudadanos llaman "una tacita de oro".
El coloquio reserva el apodo a las instituciones que operan con eficiencia. Esos nichos de probidad escasean hoy en Venezuela tanto como las medicinas, los equipos médicos y los tratamientos a tiempo.
El centro asistencial, ubicado en el sector Plaza de Toros, está acostumbrado a los aplausos colectivos por sus prácticas de vanguardia. Sus áreas son verdes, limpias. Sus paredes, coloridas.
Tiene un área dedicada exclusivamente al juego de los niños, conocida como "El Circo". Sus historias médicas son digitalizadas -práctica nada común en los hospitales de Venezuela-.
Hay atención especializada en áreas de Consulta, Pediatría, Cuidados Intensivos, Terapia Respiratoria, Oncología, Odontopediatría, Laboratorio, Imágenes, Banco de Sangre, Hospitalización, Unidad de Cirugía del Pie y Oncología.
Tiene incluso una unidad de Psicología para pacientes y parientes, donde reciben asistencia para sobrellevar sus padecimientos e, incluso, sus duelos.
Se calcula que el hospital atiende 2.000 pacientes cada día.
Contexto de muerte y escasez
La sucesión de muertes infantiles es atípica en Especialidades Pediátricas. Inédita. Hasta el episodio de mayo, se le creía el único hospital inmune al déficit de insumos o los problemas de infraestructura en una Venezuela lúgubremente acostumbrada a los decesos en masa.
Hace un año, hubo reportes del fallecimiento de 11 neonatos en una semana en el hospital José Gregorio Hernández de Amazonas. En el hospital de Cumaná fallecía un promedio de un niño cada 24 horas. Solo en un centro materno de Cumaná murieron 26 infantes en un mes. Pan de cada día.
El ministerio de Salud divulgó a inicios de mayo su primer boletín oficial en dos años, en el que admite un aumento de 30 % en la mortalidad infantil, de 65 % en la fatalidad materna, y de los casos de enfermedad del tercer mundo como la malaria o la difteria.
Y en Zulia se atiza la crisis. El Colegio de Médicos regional acordó el martes suspender las consultas y las operaciones selectivas para presionar al Gobierno nacional ante la situación hospitalaria. Tampoco emitirán récipes para medicamentos.
El HEP, se creía, era alérgico al desplome. Su talón de Aquiles quedó expuesto, según Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médico y ex diputada del opositor Acción Democrática.
"Ha decaído por la precariedad como el resto de los hospitales. En el último año se ha venido a menos", expresa la doctora a BBC Mundo, quien aún lo valora como el mejor de los 20 hospitales de la región.
Sergio Osorio, decano de la Facultad de Medicina de LUZ, coincide en el diagnóstico. Su sobrino recibió gratuitamente del hospital todos los medicamentos que requería para tratar un neuroblastoma en su abdomen hace años.
Esa disponibilidad es hoy una utopía.
"La actividad de Oncología está bastante disminuida, pero en las otras áreas sigue siendo una referencia nacional. Sus médicos son de lo mejor que hay en Zulia", afirma, con orgullo.
"Pero sí -admite-, ha tenido una decadencia importante".
Disfraz interno, perjuicio importado
Jorge Aguilar labora en el hospital desde 2000. Como cirujano y urólogo pediátrico, ha atestiguado su involución. Le secuestra el desencanto.
Denuncia que la falta de medicamentos y de una infraestructura de calidad se agrava con la politización de los servicios.
"Hacen operativos para sacar el carnet de la patria, humillan a la gente para que hagan cola para comer", manifiesta a BBC Mundo.
Acota que el hospital importa fármacos, suturas y adhesivos de la India, que, a su juicio, no tienen control de calidad.
Dice que no causan efecto alguno en el paciente, pues la concentración de sus componentes no serían las que dictan sus recipientes.
Cuando operan, los médicos de Especialidades Pediátricas no tienen ni siquiera jabón para desinfectar sus manos. Tampoco hay gasas, ni insumos esenciales. Cuando "operaban", realmente: hace un mes comenzaron a pintar el pabellón y desde entonces no hay cirugías.
"Eso es para esconder que no hay insumos para operar. Aquí el personal muere callado porque este es el único sustento que tiene", afirma Aguilar.
Pavor ante la muerte
Anyelin tiene terror. Erick, su niño de siete años, tiene leucemia linfoblástica aguda desde hace cinco. Hoy duda de si Especialidades Pediátricas es sinónimo de esperanza o de fatalidad.
"A veces tenemos que comprar nosotros mismos el yelco, alcohol, soluciones. No hay ni bicarbonato. Hasta cumplen el tratamiento incompleto".
Participó en una protesta colectiva hace dos semanas: madres armadas con pancartas y niños con sus tapabocas hablaron con la prensa en el hospital. Yésica Páez contó entonces que cinco de los 10 compañeros de cuarto de su hija, Estefany, fallecieron en cuestión de días.
Richard Hill, secretario regional de Salud, también preside la fundación que rige el hospital. Admitió la escasez de fármacos por "algunas fallas" en el Seguro Social, que centraliza la administración, dotación y distribución de medicinas de alto costo.
"Hemos ido a droguerías y no conseguimos antibióticos", dijo en plena crisis en Oncología. Prometió reparar una unidad de enfriamiento y los seis motores ventiladores que reconoció como dañados.
"El propósito del hospital es contribuir en la mejora de la calidad de vida y la disminución de la morbilidad infanto-juvenil. El paciente y su representante es tratado con respeto y amabilidad", expresó en un comunicado reciente.
El Colegio de Médicos y el decanato de la Facultad de Medicina le califican como un profesional probo que ha campeado como pocos ante el vendaval de la crisis. Su reputación, sin embargo, no es tan fornida entre pacientes y doctores.
Anyelin insiste en que los aires acondicionados aún no funcionan -corren riesgos de infección sin ellos-. Le obstinan el déficit, la incertidumbre.
"Los niños no pueden estar en tratamiento sin aire. No los han arreglado. Solo prendieron sus ventiladores. La contaminación en piso es horrible".
Hay familias que no tienen ni para comprar desayuno; menos, medicamentos. Se cuenta entre ellas.
Solloza. "Así se nos va a ir el mundo en un momentico".