´Por redaccion
ESPAÑA.-El joven Pablo Ráez, al igual que todos tenía sueños. Uno de ellos era vivir al máximo y ser feliz, en Marbella de EspañaLamentablemente en la fecha del 26 de marzo del 2015, cuando tenía 18 años, fue diagnosticado con leucemia. Esta enfermedad es un cáncer que en muchas ocasiones resulta difícil de tratar.
Con ese diagnóstico empezó la lucha en el hospital haciéndose quimioterapias, tratamientos y muy pronto un trasplante de médula que más tarde podría ser una gran esperanza para el chico, pues resulta que la enfermedad había sido eliminada.
Fue ahí cuando había esperanzas de vida para Pablo y su novia porque de esa manera él podría cumplir sus metas. Sin embargo, 10 meses más tarde, los médicos le decían algo que de nuevo lo devastaría.
Estos le mencionaron que la leucemia volvía, por lo que otra vez tendría que iniciar con tratamientos y si acaso un trasplante de médula, aunque en este caso no tenía a nadie disponible.
Anteriormente había sido su padre el donador, pero no había funcionado del todo. En vida Pablo tuvo siempre el apoyo de sus familiares y su novia, quien en todo momento le dio gran fortaleza para seguir adelante y dijo que era una excelente persona.
Esta vez las cosas eran diferentes, más complicadas, no tenían un donante para Pablo. Él aún así, lejos de rendirse y sucumbir ante la tristeza o desesperación, luchó más fuerte que nunca y comenzó a compartir su profundas reflexiones sobre la vida y la muerte en redes sociales.
Rápidamente se hizo de una base de seguidores de más de medio millón de personas, y junto a ellos impulsó la iniciativa #retounmillón para aumentar el número de donantes de médula osea en España a un millón de personas.
Su lucha no era sólo personal: "Sería triste morirme porque no hay un donante para mí, cuando está en la mano de todos aumentar esas posibilidades de vida, tanto en mí, como en todas las personas que puedan necesitar un trasplante de médula."
De pronto todo parecía girar 180 grados una vez más; no sólo había logrado aumentar la cantidad de donantes en España un 1000%, sino que habían encontrado un donante de médula osea para él.
La esperanza regresaba una vez más y tomaba el lugar del miedo. "Me preguntan de dónde saco la fuerza, de dónde saco las ganas de vivir, cómo siempre tengo esa sonrisa a pesar de las dificultades, dijo pablo.
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