Una operación del Ejército contra el robo de combustible en Puebla, en el centro de México, terminó con 10 personas muertas y 14 lesionados. Cuatro de los fallecidos eran militares.
El incidente ocurrió la noche del miércoles en el poblado de Palmarito, a unos 190 kilómetros al sur de la capital del país.
Es la primera vez que mueren soldados en un enfrentamiento con ladrones de combustible, conocidos en México como "huachicoleros".
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los militares buscaban una toma clandestina para robar hidrocarburos cuando fueron atacados.
En un primer ataque los agresores utilizaron a mujeres y niños como escudo, afirma la Secretaría.
Los soldados no respondieron pero dos de ellos murieron por los disparos de los "huachicoleros".
Un par de horas después ocurrió otro ataque pero esta vez los militares sí dispararon, pues ya se había retirado el escudo humano de los presuntos delincuentes.
Tras los enfrentamientos, 14 personas fueron detenidas, entre ellas 2 menores de edad según informó el fiscal general del estado, Víctor Carrancá. De los lesionados 10 son elementos del Ejército.
La operación militar en la zona se reforzó este jueves con decenas de policías federales y un centenar de soldados.
En protesta, los vecinos de Palmarito bloquearon con barricadas y llantas encendidas la carretera que comunica Puebla con Orizaba, Veracruz.
Violencia creciente
La zona donde ocurrieron los enfrentamientos es parte del llamado "Triángulo Rojo", formado por los municipios de Tepeaca, Acatzingo, Palmar de Bravo, Acajete y Quecholac, donde se encuentra la comunidad de Palmarito.
En esta región se concentra el mayor número de tomas clandestinas para robar combustible.
Más de 3.000 han sido localizadas en los últimos años según Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las pérdidas sólo en esta área superan los 1.700 millones de pesos, unos US$88 millones.
Pero además del impacto económico, el robo de hidrocarburos suele provocar accidentes.
El más grave ocurrió en diciembre de 2010 en San Martín Texmelucan, Puebla, donde murieron 32 personas por una explosión.
También desató un incremento de la violencia en Puebla. Las bandas de "huachicoleros" se disputan el control de las zonas aledañas a los ductos de Pemex.
En lo que va de este año han muerto 15 personas en enfrentamientos.
La actividad también involucra a autoridades locales. En marzo pasado, por ejemplo, 87 personas fueron detenidas por proteger a ladrones de gasolina y diesel.
Entre los arrestados se encuentran regidores, policías y el alcalde de Atzitzintla, José Isaías Velázquez Reyes.
Cultura "huachicolera"
El robo de combustible es uno de los problemas más serios de Pemex, que pierde un promedio de 5 millones de litros cada día.
En lo que va del actual gobierno, que inició en diciembre de 2012, las pérdidas son mayores a 97.000 millones de pesos, unos US$5.000 millones.
La mayor parte de los robos se concentran en los estados de Puebla, Veracruz, Hidalgo, Guanajuato, Oaxaca, Tamaulipas, Jalisco, Durango y Nuevo León.
De hecho en los últimos años la Sedena desplegó a cientos de policías militares para vigilar los ductos de hidrocarburos.
Hasta el momento no ha sido posible frenar este delito, del que en regiones como Puebla suelen participar vecinos de pueblos y comunidades.
En las carreteras de la zona es frecuente encontrar sitios donde se vende gasolina y diésel robados.
En el "Triángulo Rojo", por ejemplo, existen imágenes del "Santo Niño Huachicolero" al que le rinden culto los ladrones de combustible.
Y como ocurre con carteles de narcotráfico, a las bandas de "chupaductos", como también se les conoce, algunos compositores les escribieron canciones.
Las más populares son "El Huachicolero", "La Cumbia del Huachicol" y "La Gran Señora Huachicolera".
La palabra "huachicol", por cierto, era la forma como se llamaba a la gasolina adulterada que hace décadas usaban los camiones de carga.
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