Antonio Bernal ya realizaba eventos culturales para su comunidad antes de la revolución bolivariana. Pero en 2003 perfeccionó su labor con un curso intensivo de 45 días de"luchador social" en Cuba.
"Soy un líder comunitario, me aclama la gente", dice a BBC Mundo en su despacho del enorme bloque del barrio de La Vega, en Caracas, en el que viven unas 250 familias y donde lleva ocho años trabajando en el consejo comunal.
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Es viernes por la noche y mientras muchos beben unas cervezas y escuchan y bailan el merengue que atrona por los parlantes del barrio, Bernal recorre las 15 plantas del enorme edificio recordando a los vecinos el pago de la comunidad.
"Fuimos unos de los pioneros en promover los consejos comunales en 2006", dice orgulloso.
Esta estructura de autogestión y promoción de la democracia participativa que funciona en paralelo a las alcaldías y gobernaciones, fue una idea impulsada por el fallecido presidente Hugo Chávez ese año 2006.
Tras pasar por diferentes etapas, 11 años después se perfilan como clave en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente que el lunes convocó Nicolás Maduro para "reformar el Estado" venezolano.
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"Una constituyente obrera, profundamente comunal", dijo Maduro, levantando las sospechas de la oposición de que la elección de los que dijo serán 500 miembros de la Constituyente no sea a través de un proceso de sufragio directo, secreto y universal.
"Activo el poder constituyente para que el pueblo tome todo el poder de la patria", lanzó el presidente, que pretende "perfeccionar" el modelo que impulsó Chávez.
¿Qué son?
En la Constitución de 1999 que impulsó Chávez y que ahora quiere cambiar Maduro hay unos 70 artículos que promueven la participación ciudadana, según el estudio de los consejos comunales del sociólogo Jesús Pacheco.
Pero no fue hasta enero de 2006 cuando Chávez pidió en la Asamblea Nacional una ley sobre los consejos comunales como figura de organización comunitaria. Apenas 39 días después se promulgó la Ley de los Consejos Comunales.
De acuerdo al texto, los consejos comunales "permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social".
Según explica a BBC Mundo el sociólogo Pacheco, son "la forma organizativa de mayor participación en la historia contemporánea de Venezuela".
De acuerdo a los datos oficiales, hay más de 45.000 consejos comunales. Y la cifra (y su relevancia) podría crecer con el nuevo rango constitucional que pretende darles Maduro.
En un primer momento, las primeras funciones de los consejos fueron atender demandas de urbanización. Proliferaron sobre todo en los sectores populares, principal base de apoyo del chavismo, y con el tiempo se fueron haciendo más complejas.
El del bloque donde vive Antonio Bernal fue uno de los primeros en el barrio de La Vega. Allí hay ahora 147 consejos.
¿Cómo funcionan?
El consejo del bloque de Bernal está compuesto por 56 personas o vocerías que abarcan desde la alimentación a las finanzas, pasando por deportes o discapacidad. Los propios vecinos son los que eligen a sus voceros.
Y cada consejo responde a la junta comunal, que sí es un órgano del gobierno como parte del Ministerio de las Comunas y de los Movimientos Sociales.
Ese Ministerio fue dirigido por el ex vicepresidente y excanciller Elías Jaua, ahora director de la comisión presidencial para activar la Constituyente.
La relación entre la junta comunal y el consejo genera disputas. El Ministerio suspendió en septiembre del año pasado las elecciones en los consejos hasta este mes de abril.
Y es que Bernal, que se considera chavista, reconoce que el perfil de su consejo ha cambiado "radicalmente": ahora cada vez más opositores o descontentos forman parte de él.
Esa "infiltración", en función de lo extensa que sea, podría ser un problema para el gobierno a la hora de dar forma a la Constituyente.
La relación entre chavistas y opositores es mucho más normal en el bloque que en la arena política.
Pero sí tiene consecuencias en la relación con el Estado: "Como cada vez hay más opositores, la junta comunal no nos quiere bajar (otorgar) recursos", se queja la vocera de alimentación, que prefiere que no se mencione su nombre.
Eso supone que el consejo deba buscar soluciones alternativas y que muchos proyectos estén aplazados.
La bolsa de comida
Desde hace un año, los CLAP han ganado protagonismo por encima de los consejos comunales. Se trata de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción con los que el gobierno ha tomado el control parcial de la distribución de alimentos a un precio ventajoso.
Los CLAP, a diferencia de los consejos comunales, están controlados por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y por las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCh).
Y en un periodo de crisis y escasez como el actual, la bolsa de comida que reparten a las familias se ha convertido en un protagonista principal de la vida barrial.
Participar en un cacerolazo contra el gobierno puede suponer la amenaza de no recibir los alimentos.
La responsable del consejo asegura que en su bloque entregan bolsas para 165 apartamentos, por lo que unas 45 familias se quedan sin ella. Y denuncia que la entrega, tras el pago de un precio mucho menor que el de los supermercados o el mercado negro, se demora cada vez más.
Entonces, como líder comunitaria, ella se encarga de buscar para esas familias una solución por otras vías, a menudo incluso a través de la oposición. "Yo tengo que buscar quién me resuelva", afirma, pragmática y dejando a un lado la militancia.
"Garantía del socialismo"
Mucho más presente está la política y la ideología en la comuna Panal 2021, en el barrio del 23 de Enero, tradicional bastión chavista.
Uno de sus miembros, Jefferson González, defiende las tesis marxistas-leninistas. Es ejemplo de comuna socialista autogestionada y presume de la creación y control de medios de producción. Cuenta hasta con su propia emisora de radio y televisión.
"La construcción del Estado comunal es la garantía del socialismo", es el lema, según su web.
Esa es la visión comunal soñada por Chávez. Y esa es la transformación del Estado que busca Maduro con esta nueva Constitución.
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