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martes, 10 de enero de 2017

El general Rafael Percival Peña escribe carta dirigida al país

Por segunda vez, al túnel frío, en las manos fe los galenos y la bendición del altísimo:
Querido pueblo dominicano:
Con mucho dolor me dirijo nueva vez a ustedes a través de esta misiva, para explicar parte de los acontecimientos dolorosos en los que hemos tenido que vivir, y que debido a la rapidez e intensidad de los hechos y la desinformación ( planificada o no) no ha quedado claro en la mente y corazón de mi querido pueblo.
Quiero compartir mi pesar y el dolor que aún nos embarga a nuestras familias Percival y Matos por el desasosiego llevado al pueblo dominicano en las pasadas navidades ocasionados por una violencia que nunca debió ocurrir.
Nos unimos al dolor de las familias, que al igual que la nuestra han sido afectada por esta tragedia triste.
Nunca justificaremos los hechos cometidos ,ni el accionar de violencia cometido por nuestro hijo y quienes lo acompañaron, pero estamos convencidos de que a pesar de todos los valores con que intentamos formarlo, vivimos en una sociedad en profunda descomposición, dónde los valores de trabajo y moralidad carecen de importancia y donde la impunidad, la corrupción, la desvergüenza prima tanto en la política como en los negocios.
Nuestro hijo, un joven que se entregó a la defensa de la nación Dominicana a través de sus Fuerzas Armadas, desde muy joven fue víctima de una feroz persecución politica y económica y un ahogamiento moral y social, que lenta y lamentablemente lo sumergió por un camino que nosotros no apoyamos.
Sin embargo, su ejecución sumaría, su asesinato es un crimen bochornoso que no puede servir de ejemplo para la justicia y la paz que necesariamente debemos lograr en nuestro país. No se hace justicia con el crimen.
En los días tormentosos que hemos vivido, yo también fui víctima de una persecución que como no pudo exterminarme físicamente, intentó en vano fusilarme moralmente, sin poder quebrantar jamás nuestro profundo compromiso con esta nación que nos vio nacer.
He vivido un momento difícil. Un momento que jamás se lo desearía a nadie y en que el dolor y la desesperación me ha vencido físicamente en muchas ocasiones, sin embargo, ni el dolor ni la persecución ha podido disminuir mis convicciones y mis ideas de lucha por un mejor país.
Reafirmo en mi dolor, mi convicción Revolucionaria y mi inmenso amor por mi pueblo, del que no me apartará la adversidad ni la maldad, ni la persecución ni la mentira.
Nuestra mayor aspiración es la felicidad de nuestro pueblo. Por ella hemos luchado, a ella le hemos dedicado nuestra vida y la ofreceremos por ella.
Por eso debemos Seguir la lucha contra la corrupción y la impunidad que arropa nuestro país y que es la madre de todos los males que vive nuestro país. Los corruptos no sólo nos roban el dinero, sino también la moral y la dignidad de nuestro pueblo y gracias a la impunidad se convierten en el peor ejemplo para recrear la descomposición de nuestra sociedad.
En este momento de dolor y profunda indignación, nuestro pueblo puede seguir contando conmigo en los momentos difíciles y trascendentes que se aproximan y que necesitaran la unidad y la determinación del pueblo.
En este momento dificil en lo personal y lo nacional, deseo reafirmar nuestras convicciones a la que no renunciaré a pesar de ninguna adversidad y que me acompañará hasta el último hálito de mi existencia.
Que DIOS bendiga La República Dominicana.
Rafael Bienvenido Percival Peña
El general del pueblo

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