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domingo, 2 de octubre de 2016

Según el Banco Mundial la violencia esta con proporciones de epidemia

TITULARES
  • En América Latina y el Caribe se producen 400 homicidios por día, o sea cuatro cada 14 minutos.
  • Estas estadísticas, que forman parte de un próximo informe de la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial sobre la violencia, subrayan la necesidad de poner coto a la epidemia de violencia en las ciudades del mundo.
  • La violencia se puede prevenir con compromisos a largo plazo y un conjunto de políticas apropiadas. El Banco Mundial y sus asociados están trabajando en investigaciones basadas en datos objetivos, proyectos de prevención de la violencia e iniciativas destinadas específicamente a los jóvenes en situación de alto riesgo.


En los primeros años de la década de 1990, el temor a la delincuencia y la violencia era un rasgo característico de la vida en Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia. En 1991, el índice de homicidios tuvo un aumento enorme y fue de 381 por cada 100 000 habitantes, por lo que Medellín era el lugar más violento de la Tierra.
Veinticinco años después, los homicidios se desplomaron a alrededor de 20 por cada 100 000 habitantes, y Medellín se considera ahora una de la ciudades más habitables e innovadoras de América Latina. Varias otras ciudades de la región han logrado avances similares, como Cali (Colombia), o Diadema, en el estado de São Paulo (Brasil).
No se trató de una coincidencia. Cada una de estas tres ciudades logró reducir considerablemente la delincuencia y la violencia implementando programas ajustados a su situación específica, y procuró erradicar las causas profundas de la violencia.
En Medellín, las mejoras de la situación de seguridad se debieron tanto a la desarticulación de los violentos carteles de la droga como a varios proyectos de desarrollo urbano y social que ayudaron a integrar los barrios pobres de las laderas con el resto de la ciudad.
Los estudios relativos a Diadema revelaron que en esta ciudad una gran proporción de delitos ocurría durante la noche, en calles específicas, y se vinculaban directamente con el consumo de alcohol. (PDF, en inglés) Teniendo en cuenta estas conclusiones, la ciudad dirigió específicamente sus intervenciones a los lugares críticos, prohibió la venta de alcohol en los bares después de las 23.00, y combinó las intervenciones sociales para fortalecer el capital social y humano. Tres años después, las agresiones contra mujeres se habían reducido el 56 %, en tanto que el índice de homicidios había bajado el 45 %, lo que permitió salvar más de 100 vidas al año.
Lamentablemente, estos alentadores resultados marcan un fuerte contraste con lo observado en muchas otras ciudades. A pesar del crecimiento notable del producto interno bruto (PIB) y una pronunciada baja de la extrema pobreza, en América Latina y el Caribe sigue registrándose un promedio anual de 24 homicidios por cada 100 000 habitantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un índice de 10 o más homicidios por cada 100 000 habitantes es una característica de la violencia endémica. Esto significa que, en muchos países, la violencia prácticamente ha alcanzado proporciones de epidemia.


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Si la violencia es una epidemia, los jóvenes son, por mucho, el grupo en riesgo más grande.

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